jueves, 26 de marzo de 2009


Hoy solo quiero decir que estoy bien, y estoy en busca de la felicidad...


La frase del día es


A veces las cosas insignificantes significan todo...

sábado, 14 de marzo de 2009

Hace ya tanto tiempo



Hace ya tanto tiempo que lo conozco. Más de 6 años. En una relación de amistad eso es demasiado. En tres empleos hemos estado juntos. Estuve a punto de ser su compadre. Es mi mejor amigo, casi hermano.


Pues sip. Fue lindo, esa es la palabra, lindo. Tierno. Un beso que nunca esperé, que dude en intentarlo.


El previo ya había sucedido un par de veces, sin llegar a más. El alcohol no me lo permitía, aunque esa fue la causa del comienzo de todo.


Sin embargo, después de la sesión de fotos del domingo pasado, todo fue diferente. Muy diferente, para bien. Cuando decidí intentarlo estaba esperando el rechazo. Es mi amigo ante todo.


-¿Me vas a dar un chingadazo?

-No - me contesto... dudando.

-Entonces ven... siéntate en la silla.

-Para eso está el colchón - esa respuesta era el sí anticipado de Juan. Que hermoso nombre, el de mi mejor amigo.


Benditos sean los colchones con sábanas limpias... y blancas. La luz de la habitación y de las escaleras me intimidaban más que el rechazo de mi amigo. Era increible hasta ese momento... y lo sería más a cada segundo. Estaba conciente, el también que era lo mejor de todo, de lo que estabamos haciendo.


Fue tan lindo, en verdad lindo y tierno, verlo disfrutar. Verlo disfrutar por el simple hecho de hacerlo. Sin pena, sin consideración. Y estaba disfrutando gracias a mí. No había cosa mejor en otro momento. Era solo mío. Estaba ahí por mí.


Llegó el momento en que se abandonó a su suerte. Su rostro era tierno, más tierno que nunca. Cuando rozó mis manos, yo busqué las suyas. Me contesto aferrándose a las mías. Aferrarse más que nunca, como en ningún otro momento.


-Ven - y no lo pensé dos veces cuando me llamó. Abrió su brazo y lo abrió para mí. Con una ternura que no había visto nunca a mi amigo.

-Como le hago - y esas palabras no eran lo más importante en ese momento. Con que el estuviera contento era más que suficiente. Sin embargo, no iba a desaprovechar la ocasión. Tuve que enseñarle.


No lo podía creer. Tenía a mi amigo junto a mí, tocándome. Queríendo conocer mi cuerpo.


Y sí, pasó. Cuando estabamos juntos, era tanto el confort y bienestar que nos brindábamos en ese momento que, dudando al principio, disfrutandolo después, nos besamos. Uno de los mejores besos de mi vida, si no el mejor últimamente. Un beso tierno, lindo, con cariño. El termino perfecto de una sesión de fotos para la escuela.


El fin del momento es lo de menos, no pasó a mayores, pero no fue necesario. No con mi amigo.


Pienso que faltaba conocernos en esa situación. Era lo único. Ahora puedo contar con conocer a mi amigo a fondo. Puedo decir que no me arrepiento de haberlo hecho, en lo más mínimo. Y estoy seguro que el tampoco.


Un escueto -fuiste el primero- me hizo saber que el también lo disfrutó concientemente. Y vaya que si lo hizo, jeje!!!
FRASE DEL DÍA:
Me dejas darte un beso de desayunoOoOoOoOoOo?
YOP